Igual que las fases de la luna alteran nuestro comportamiento, los cambios de estación también hacen lo propio.
Tenemos que empezar a resetear nuestra manera de ver las estaciones del año, algunas de ellas han quedado básicamente inexistentes, creo que podríamos decir que estas se han reducido a prácticamente dos. O hace frío o hace calor, un día vamos tipo abrigo esquimal puesto y al siguiente manga corta con una sudadera. Claramente no hay un clima definido por cada estación, es algo que quedó en nuestro recuerdos y así es como pasamos de una estación a otra, igual que pasamos de una playlist a la siguiente.
Pues vamos a lo que vamos, no solemos estar del mismo humor en verano que en invierno, es evidente. Cuándo disfrutamos de días más largos y el sol aprieta la vida es de un color azul intenso y la música que escuchamos es más positiva, con una energía del poder de mil estrellas.
Y al llegar el frío, llega con el los días oscuros, la lluvia y nuestra vibración baja hasta la el núcleo de la tierra.
En el artículo de hoy haremos un ejercicio le pondremos sonidos a cada estación del año. Voy a compartir algunos de mis tracks más estimulantes, con los que suelo pasear por mi ciudad e identifico con cada estacioón del año.
Empezamos por la primavera, salimos del letargo invernal y vivimos la temporada de la explosión. Todo se llena de flores, de hierba fresca y de largos paseos.
El verano, es esa época de noches largas y cálidas, de terrazas y dónde lo normal es trasnochar como si no hubiera un mañana.
Otoño, también llega y con la caída de las hojas llega la nostalgia por el verano que nos dejó, las reuniones con los amigos, las vacaciones y la playa.
Y la última estación, llega con el invierno, la estación con más sentimientos encontrados, llena de todas las emociones, reuniones familiares, fiestas de guardar y momento de reflexión para cerrar el año.