El 27 de febrero de 2016, el artista alemán Paul Van Dyk sufrió una caída desde el escenario durante el show A State Of Trance, lo que le provocó lesiones graves que lo han mantenido alejado de su vida profesional varios meses. Además, tuvo que pasar un proceso de rehabilitación donde ha tenido que volver a aprender a andar y comer.
La caída ocurrió cuando el artista se subió encima de la cabina y una de las partes de vino abajo, a una altura de 6 metros. Esto le ocasionó una lesión cerebral traumática, una herida abierta en la cabeza, doble rotura de la columna vertebral y varios hematomas.
Ahora, el dj ha demando a la empresa promotora del evento, y el juicio ha concluido condenando a la empresa por falta de medidas de seguridad y una indemnización para el artista de 12 millones de euros.